Hay cosas que no aprendemos porque nos creemos lo suficientemente capaces y listos como para saberlas de antemano, porque a simple vista u oídas es algo sencillo. Y sí, somos personas inteligentes con grandes capacidades y talentos, por ese motivo debemos ser conscientes de que… como bien dijo Socrátes: “Solo sé que no sé nada”
“El deseo de aprender nos engrandece”
Aprender nunca está de más, y el saber cómo hemos hecho énfasis en otras ocasiones no ocupa lugar, sin embargo, cuando alguien nos pide que escribamos un informe o simplifiquemos nuestro discurso y lo intentamos, nos damos cuenta, que no es tan fácil y que no sabemos hacerlo.
Muchas veces tenemos la idea de que hay cosas, que por sencillas las puede hacer cualquiera y ni un huevo frito lo sabe hacer cualquiera, aunque tengamos una gran intuición y talento natural hay cosas que necesitamos aprender por muy simples que nos parezcan.
«Ese fue el caso de Elena, una joven con una interesante formación profesional un muy buen puesto, con un sueldo envidiable que se dio de bruces con la elaboración de un informe. «
Elena por decisión de sus superiores junto a otros de sus compañeros, tuvo que encargarse temporalmente de realizar las tareas de un compañero que estaba de baja, curiosamente este compañero ostentaba un puesto inferior al de Elena y el resto de sus compañeros, por lo que directivos y el resto de los compañeros, dieron por hecho que al ser este compañero de una categoría profesional más baja, solo era el “redactor de informes” podría ser sustituido sin mayor dificultad y que todos y cada uno podrían hacer su trabajo, con la misma calidad y precisión.
Una mañana, Elena recibe un correo electrónico en el cual se le solicitaban algunos informes que debía entregar antes de terminar su jornada. La joven se caracterizaba por ser muy hábil para diseñar y programar; por lo que de inmediato se puso a la tarea, entregó los informes mucho antes de lo previsto y al cabo de unos minutos recibió un correo que decía: Elena, sentimos decirte que haz de repetir los informes, no fue esto lo que pedimos. La joven no podía entenderlo. ¿Qué creen le ocurrió a Elena con los informes?
“La comunicación también es saber leer de forma adecuada los mensajes que recibimos».
Si hablamos de redactar un informe, tendremos que construir el esqueleto de los aspectos a tratar y en qué orden, hasta el punto de detallar qué vamos a abordar en cada parte del documento e incluso en cada párrafo. Dependiendo de la complejidad del escrito, habrá que profundizar más o menos en esta fase previa de preparación. En cualquier caso, lo más útil es trazar un guion o una estructura que nos sirva tanto para aclarar ideas antes de lanzarnos, “necesitamos una brújula”.
Esa brújula solo se puede obtener a través de el aprendizaje y la práctica continúa, hay personas que se han preparado para eso otras que no y que igualmente su trabajo les exige redactar constantemente, sin embargo no lo hacen correctamente, son escritores a tiempo parcial.
“Hay muchas personas que no se dan cuenta de que son escritores a tiempo parcial”
Mucho más se podría hablar de este tema, pero como dice el experto y profesor de la Uned Miguel Janer al que hemos hecho referencia más de una vez en esta entrada: “Escribe claro para que te entiendan y corto para que te lean”.
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Aprenderás a definir eficazmente los objetivos y contenidos de un informe con el fin de saber exactamente qué es lo que se quiere mostrar en el mismo y utilizar un lenguaje claro, breve y conciso para conseguir informar, convencer y persuadir a la audiencia.
