Hablar en público es esencial para desarrollarse en el mundo académico y laboral, existen muchas profesiones en las que la competencia verbal y oral es determinante. Además, uno de los formatos de evaluación en el ámbito académico es la presentación, defensa o exposición oral de un trabajo. No es menos importante en la vida personal y social, pues somos seres sociales y vivimos en sociedad, por lo que son muchas las ocasiones en las que debemos expresarnos en público.
Con frecuencia, decimos que alguien es un buen o mal orador. Vemos los discursos de personalidades famosas o conferenciantes y parece que hablar en público sea un don innato que solo algunos tienen la suerte de poseer. Como en cualquier otra habilidad, hay personas que que tienen ciertas condiciones y facilidad para hablar en público. Sin embargo, el buen orador no nace, sino que también se hace. Tal como dijo Quintiliano: «Los poetas nacen, pero los oradores se hacen». Por supuesto, se puede aprender a hablar ante los demás y hacer discursos de calidad mediante el conocimiento de las técnicas y la práctica de las mismas.
Te explicamos técnicas para hablar en público fáciles de aplicar y muy eficaces. ¡A por ello!
Miedo a hablar en público
El miedo a hablar en público es una emoción más habitual de lo que parece que se expresa como una sensación muy desagradable. Esta sensación se da en el momento de hablar en público, pero también en los momentos previos y durante el periodo de tiempo en el que la persona sabe que deberá hablar en público. Ya sea para defender un trabajo en el colegio, presentar una propuesta en el trabajo o hacer un discurso para una celebración.
El miedo a hablar en público se debe a la percepción de peligro, es decir, a la creencia de que hablar en público conlleva algún riesgo. Por ejemplo, hacer el ridículo, hacerlo mal, que los demás piensen que no sabes, etcétera. Pero la realidad es que no existe un peligro tan grande como para tener una reacción de miedo que nos incapacite a hablar en público. Todo está en nuestra mente y en la interpretación desadaptativa de la realidad.
La emoción de miedo, lleva asociada la acción de evitación y de huida. En caso de que se huya de la situación y se evite hablar en público, el miedo se reforzará y se fortalecerá. Por tanto, si quieres perder el miedo a hablar en público, lo mejor que puedes hacer es afrontar la situación.
Cómo aprender a hablar en público
- Observa a oradores y capta sus trucos. Fíjate en la gente que habla en público, qué aspectos tienen en común, qué detalles te llaman la atención. Puedes buscar uno o varios referentes. Observando a los demás, sabrás por donde empezar.
- Imita a tus referentes o personas que te guste como hablan ante los demás. Busca un momento de tranquilidad, ponte en la piel de un orador e imítale copiando las técnicas que utiliza al hablar en público.
- Practica. Todas las habilidades prácticas se aprenden repitiendo una y otra vez. Aprender a dar discursos ante los demás se aprende con la práctica.
- Identifica los errores. Siempre hay algo que se puede mejorar. Sé consciente de los fallos, elige uno de ellos y céntrate en ese para mejorarlo. Cuando hayas adquirido ese aprendizaje, identifica otro error y sigue el mismo procedimiento.
Técnicas para hablar en público sin nervios
Es posible aprender la habilidad de orar mediante el conocimiento y la aplicación de las técnicas para hablar en público sin nervios y la práctica de las mismas. A continuación, se exponen algunas de las más importantes.
1. Creer en uno mismo
Aumentar el nivel de seguridad en uno mismo. Se puede trabajar en aumentar la autoconfianza, pues, para hablar en público, es de gran importancia creer en uno mismo. Debes confiar en ti mismo, en tus capacidades y en tus conocimientos.
2. No juzgarse
Lo importante no es el orador, sino el discurso. El público, seguramente, no va a observar y evaluar al orador, va a escuchar un discurso. Por tanto, lo importante es lo que se transmita y lo que se aporte al público, la información y la sensación que la audiencia se lleve de la ponencia.
3. Ignorar los nervios
Es normal sentir cierta activación del organismo, como por ejemplo, aumento del ritmo cardíaco y respiratorio, sudor en las manos, leve temblor y excitación general. No pasa nada, simplemente el organismo se está activando para hacer frente a un desafío. El corazón bombea más rápido para irrigar todas las zonas de nuestro cuerpo, así cómo la respiración se acelera para proporcionar oxígeno. Los músculos se preparan para el movimiento y aumenta la temperatura corporal. Todo el cuerpo está listo para ayudarnos a afrontar el reto de dar una conferencia en público. No es necesario darle más importancia de la que tiene.
4. Aprender técnicas de respiración y relajación
En caso que los nervios incapaciten para hablar en público, se deberá aprender técnicas de respiración, como la respiración diafragmática, y de relajación, como la relajación muscular progresiva de Jacobson. Para poder ponerlas en práctica y conseguir un descenso de la activación fisiológica.
5. Imaginar
Hacer un ejercicio de imaginación. El cerebro, en ocasiones, no distingue la realidad de la imaginación. Por eso, es bueno imaginar previamente la situación en la que uno mismo habla en público adecuadamente con el máximo detalle posible. Cuando se hable en público, el cerebro no interpretará esta situación como totalmente nueva, porque para él ya ha sucedido, aunque sea en imaginación.
6. Dominar el tema
Conocer a fondo el tema a exponer proporciona las bases para una buen discurso, desde una mayor sensación de autoconfianza, hasta un mayor conocimiento para preparar los puntos importantes de la charla y también poder contestar las preguntas que el público pueda plantar.
7. Tener claro el objetivo
Tener claro el objetivo de la charla es necesario para tener un punto de referencia presente en todo momento. Saber qué queremos comunicar y qué debemos transmitir para que guíe el discurso. El objetivo debe aparecer en la conclusión.
8. Conocer a la audiencia
Saber las características del público a quien irá dirigida la charla. Eso permite adaptar tanto la información como la manera de darla. Para ello, es necesario ponerse en el lugar de los asistentes y hablar al público de aquello que le resulte interesante y en un lenguaje que se ajuste a su comprensión.
9. Preparar el discurso
Es primordial preparar muy bien qué decir y como decirlo, es decir, planear un guión con el esqueleto del discurso. Las primeras veces que se habla en público, cuanto menos se deje al azar, mejor. Se recomienda empezar a preparar el guión por la conclusión y continuar trazando el camino para llegar a ella.
10. Generar interés
Para crear expectativa y generar interés, se puede utilizar alguno de estos trucos para llamar la atención:
- Formular una pregunta impactante. Por ejemplo: ¿Eliminar las drogas o legalizar las drogas?
- Citar una frase conocida. Un ejemplo: Solo sé que no sé nada. Incluso, añadir alguna variante. Por ejemplo: Houston, tenemos 3 problemas.
- Utilizar un juego de palabras. Como: Beber para vivir y no vivir para beber
- Proporcionar datos sorprendentes: En España se suicidan cada día más de 10 personas.
- Utilizar ejemplos, contenido visual, datos estadísticos, metáforas, comparaciones, etcétera. Es una manera de ofrecer la información de forma diferente y atractiva. Sin embargo, estos recursos se deben emplear con moderación.
11. Establecer un buen ambiente con el público
Tener la simpatía del público será uno de los factores clave para que un discurso tenga éxito. Eso se puede conseguir practicando la empatía, siendo honesto, explicando alguna anécdota interesante o divertida e interaccionando con la audiencia: se puede hacer un halago, una pregunta dirigida al público, etcétera.
12. Ser natural
Se recomienda optar por la sencillez, la facilidad y la claridad. Utilizar un vocabulario comprensible y procurar no divagar ni perder el hilo de las explicaciones.
13. Utilizar el humor, si procede
En situaciones en que el uso del humor sea adecuado, este permite amenizar el discurso y conectar con la audiencia. También suscita la sonrisa del público y favorece la predisposición a mantener la atención.
14. Hacer un correcto uso del silencio
Una pausa en el discurso sirve por ejemplo, para dejar un espacio a la audiencia para procesar la información y reflexionar. En este caso, se utilizaría tras una frase importante, una explicación de peso o la formulación de una pregunta. Por otra parte, el silencio permite llamar la atención y crear expectación. En este caso, se puede utilizar antes de contestar a una pregunta, antes de seguir con una parte importante del discurso o antes de desvelar una información.
Trucos a tener en cuenta al hablar en público
- La ley de primacía y la ley de recencia. Estas leyes dicen que recordamos el inicio y el final del contenido, por tanto, estas dos partes son claves y requieren mayor esfuerzo y preparación. Concretamente, la última frase del discurso tiene una gran importancia, ya que impulsará o no el aplauso del público.
- La comunicación verbal y la no verbal. Como, por ejemplo, el tono de voz, la expresión de la cara y la postura corporal.
Evitar siempre al hablar en público
- Se debe evitar decir la típica frase «Yo no soy bueno hablando en público» antes de hacer la exposición y mucho más durante la misma. Que el público se crea esta frase juega en nuestra contra. Aún más si se la cree el propio orador.
- Las excusas. No es recomendable excusarse por el material o por algún aspecto del discurso.