Construir un equipo desde cero es una de las experiencias más desafiantes y placenteras que puede tocarnos experimentar cuando nuestro emprendimiento o la empresa de la que somos parte crece. Es muy diferente a tomar el liderazgo de un equipo existente. Te comparto las claves para que puedas hacerlo con éxito.
1. Identifica roles y prioriza
Ventas, marketing, tecnología, administración, diseño, programación, finanzas… Seguramente necesites cubrir muchos roles al mismo tiempo cuando un equipo arranca. Un elemento clave es identificar qué tareas pueden relacionarse y realizarse por la misma persona.
Prioriza a quien debes contratar primero. Algunas preguntas que puedes realizarte para tomar esta decisión son:
- ¿Cuál es el rol clave que sumará dinamismo y efectividad?
- ¿Dónde está tu cuello de botella?
- ¿Cuál es tu mayor desafío hoy?
- ¿Cuál es el punto de apalancamiento donde con menor esfuerzo conseguirás los mejores resultados?
- ¿Qué te saca hoy un tiempo excesivo y te desgasta?
2. Contrata las personas adecuadas
Probablemente este sea el paso más importante que te toque realizar, ya que la gente que sumes hará la diferencia en los resultados y será un elemento clave en la química del equipo. Además serán la base sobre la cual se seguirá construyendo tu equipo o start-up y serán ejemplo para todos los que vengan después. Por eso a la hora de elegir, busca candidatos que estén alineados con tu propósito, que puedan adaptarse a los cambios, y por sobre todo, que quieran aprender y capitalizar su experiencia. Tomate el tiempo necesario para asegurarte que la persona que vas a contratar es la adecuada, y está motivada con ser parte del equipo.
3. Delega las tareas
Seguramente seas tu mismo quien realiza muchas de las tareas que vayan a hacer los nuevos miembros del equipo. Cuando un nuevo integrante se suma, la producción inevitablemente va a bajar por un tiempo .
Dedica todo el tiempo necesario a entrenar a las nuevos integrantes, acepta que nadie en un principio va a realizar las tareas de la misma manera que tu lo haces. Al delegar las tareas, comenzarás a recuperar el control de tu tiempo.
4. Crea un espacio donde la gente quiera quedarse
Después de dedicar mucho tiempo a construir tu equipo, lo último que vas a querer es que la gente se desmotive y se vaya. Crear un equipo no es sólo reclutar gente, sino darle lugar, motivarla para que se sienta parte y elija quedarse día a día.
La cultura que se genere va a ser un elemento vital. Esfuérzate por crear un ambiente de confianza, donde el trabajo sea valorado, la gente sienta gratitud por el trabajo realizado, y donde las oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional existan.
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FUENTE: www.mibucle.com