LAS MIL RESPUESTAS DE LA FORMACIÓN CONTINUA A LAS INCÓGNITAS DEL FUTURO

FORMACIÓN CONTINUA: La puesta a punto permanente en las nuevas
habilidades y herramientas técnicas es ya una
exigencia para hacer pie en el mercado de trabajo

Desde hace ya mucho tiempo es evidente la importancia que tiene la
formación continua en la carrera profesional para hacer frente a los cambios a los que se enfrenta cada sector y poder también progresar desde el punto de vista laboral. Pero esta formación ha cambiado mucho, ya no se trata solo de conseguir títulos o centrarse en un área de aprendizaje muy concreto, sino que prima desarrollar habilidades para una determinada tarea.

«La formación continua se ha transformado mucho. Antes parábamos un determinado tiempo, una o dos veces cuando estábamos ya formados, y nos centrábamos en estudiar. Pero ahora la realidad no es así, todo se mueve mucho, tanto que cambian tanto las herramientas técnicas que uno necesita como las habilidades»

Apostar por transformación

Afirma Concepción Galdón, directora y Lead académico de innovación social en el IE Business School. Es por esta nueva necesidad que «los programas de formación se deben transformar».
Todavía la gente quiere parar para formarse, pero cada vez más se dan cuenta que habitualmente tienen oportunidades de reciclarse, de mantenerse actualizado para no quedarse atrás», añade.

Por ejemplo, una persona puede necesitar desarrollar herramienta para aprender a vender o sobre marketing online «sin necesidad de realizar un curso extenso, le interesa únicamente esas habilidades para aplicar en su trabajo», resalta Galdón. A lo largo de nuestra carrera van apareciendo barreras «y las personas buscan una herramienta para saltarlo». Además de este cambio en el sector educativo las propias empresas son conscientes de la necesidad de evolución de los empleados.

Cuando el trabajo de las empresas cambia, «lo preferible es transformar a los trabajadores, es siempre preferible desarrollar el talento que tiene cada
empresa». De ahí que hay crecido mucho la búsqueda de cursos personalizaos para las compañías, con frecuencia «destinados a ejecutivos para hacer actualización de sus habilidades», indica la docente.

Formación continua

La formación continua ha sido siempre de vital importancia, «lo sigue siendo y lo será en un futuro». Y no solo cuando nos referimos al ámbito de la formación como convencionalmente la conocemos. «Trasciende a los
conocimientos técnicos que el trabajador necesita, porque los Procedimientos y la tecnología cambia, pero hablamos también de que la evolución está muy alineada con los comportamientos de las personas, con las actitudes».

Nuestra mente está preparada para aprender continuamente. «Debe ser algo muy alineado con el entorno y la empresa debe favorecerlo», algo que se ha puesto ahora más de manifiesto en la pandemia. «Puede que te tengas que reinventar, o en la misma compañía hay que desarrollarse, promocionar para más responsabilidad. Es importante ampliar la polivalencia dentro de los puestos de trabajo y en un momento cambiante donde son necesarias las decisiones rápidas, la polivalencia es muy rentable».

Las universidades y centros educativos están adaptando sus programas a esta nueva realidad. Beatriz Badorrey Martín, vicerrectora de Formación
Permanente para el Desempeño Profesional y Desarrollo Social de la UNED, cree que la universidad actual «debe afrontar nuevos retos como la necesidad de la formación a lo largo de la vida que afecta a quienes, cada vez más, se ven obligados a incrementar sus competencias personales para buscar un nuevo empleo, conservar el que ya tienen o progresar en su situación laboral».


La formación permanente, por su flexibilidad, permite una respuesta ágil y
adecuada a esas necesidades sociales. «En tal sentido la UNED ha ido adaptado su oferta de Títulos Propios a las demandas de nuestros estudiantes y de aquellas entidades o instituciones, públicas y privadas, de reconocido prestigio, que han solicitado nuestra colaboración para adaptar o mejorar su empleabilidad», añade la vicerrectora.
Cuando las personas están inseguras o descontentas en su puesto de trabajo es habitual que se planteen algún tipo de formación para poder enfrentarse mejor a la búsqueda de empleo. Otro de los momentos más habituales en los que se apuesta por la adquisición de nuevos conocimientos es cuando se pasa a gestionar un equipo.


Las personas se dan cuenta que necesitan otras habilidades que las capacidades que le habían llevado hasta un lugar determinado. Hay sectores como el tecnológico donde la formación es una necesidad constante y en otros es necesaria una adaptación a lo que el mercado les va a demandar. Es algo habitual pero con la pandemia el ritmo se ha acelerado.

fuente: LAS MIL RESPUESTAS DE LA FORMACIÓN CONTINUA A LAS INCÓGNITAS DEL FUTURO

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